Playa Honda (San Bartolomé)-Lanzarote a 29 de diciembre de 2010
Un cordial saludo a la ciudadanía de Canarias, España y del Planeta en general.
Estimadas amigas, amigos, conocidas y conocidos, compañeras y compañeros, amigas y amigos de mi hijo Ginés, personas que han sido dañadas y afectadas por la tragedia del incidente de la Galería Piedra
Se acercan unas fechas en las que todas y todos esperamos encontrarnos, esperamos el regreso de nuestras hijas e hijos para pasar lo más unidos y unidas posible estas fechas.
Pero, hay una gran cantidad de familias acá y allá, más cerca más lejos que no podrán completar ese cupo de espera porque ya les faltan hijos e hijas que no volverán jamás. Y, que intentamos cada día aprender a percibir sus presencias con nosotras y nosotros, pues es un pequeñísimo consuelo. Nos daña saber y pensar que ya no están y que nunca volverán.
Nuestro caso, el de las familias de la joven y los jóvenes que tuvieron que dejar sus vidas en aquella maldita galería explotada por unos aguatenientes irresponsables, ilegales por sus acciones contrarias a la ley en su momento y actual. Galería que fue desidiosamente dejada de la mano del tiempo y del destino por los poderes públicos a los que accedieron en las elecciones democráticas tras realizar componendas para hacerse con esos poderes. Poderes públicos que han obviado legislar en materia de Industrias de minas del agua, un bien común y general -porque los poderes de la burguesía y del señorío de Tenerife y otras islas se podrían enojar y entonces no tendrían sus arcas apoyándoles- dejadez y desidia durante más de 20 años para elaborar o recomponer una ley propia. Y, que optan por hacer un atropellado borrador de decreto de seguridad en las galerías, con la desfachatez y cruel hipocresía de encabezarla con “para contentar a las familias de la y los jóvenes que allí tuvieron que dejar sus vidas”… por un rescate dolorosamente deficiente y que no se cumple en absoluto, a pesar del costo que tuvo su encargo a un despacho de Madrid. Pero quiero dejar claro que entonces la ley que persistía es la de rango superior o estatal, que tampoco cumplieron ni observaron. Desde pequeñita en ese diccionario de la lengua española y del español en Canarias actual, quien no cumple u observa la ley es un delincuente. Y, en este caso no fueron la joven ni los jóvenes que en Piedra Cochinos tuvieron que quedar, con la desesperación familiar, amigas y amigos, conocidas y conocidos…los delincuentes. Está bien claro quienes aquí delinquieron.
Poderes públicos entre los que se encuentran muchos y muchas de la clase oligárquica de Tenerife y otras islas, el cabildo de Tenerife con su consejería insular de aguas, medioambiente, turismo…, El gobierno de Canarias con su consejero de seguridad y emergencias (ausente hasta que apareció para las cámaras y hacer su propaganda a costa del dolor de las familias), delegado territorial en Canarias, ídem de lo mismo que el consejero de seguridad y emergencia (en adelante, como decían en sus informes, también de justicia), consorcio de bomberos de Santa Cruz de Tenerife, cuyo jefe se molesta tanto de que le recuerden que no apareció hasta dos horas después. Dudo que los bomberos se quejen puesto que ellos y ellas saben perfectamente del desastroso rescate realizado y no realizado, y quizás no por culpa de ellos, de las bases.
El servicio de emergencia 112 aún más irresponsable y desidioso que el bombero que habla con el joven que da la llamada de alerta y pide auxilio para los 27 que quedan dentro; puesto que, el 112 recibió hasta 10 minutos antes la llamada de petición de auxilio y también lo ningunearon, y están también grabadas las voces de la jefa de sala que no da importancia alguna.
Si realmente se hubiese hecho lo que tenía que hacerse, los helicópteros del 112 y de la guardia civil se hubiesen puesto en el lugar en muy poquito tiempo y con todo el material necesario, como por lógica natural y creyendo en las capacidades del ser humano desde Lanzarote yo le intentaba transmitir a mi hijo “ten tranquilidad hijo que ya te van a buscar”.
Cómo explicarles que desde Lanzarote con una angustia horrorosa todas esas pautas estaban en mi mente, y ninguna se llevó a cabo. Solicité desde aquí, un equipo que insuflara oxígeno “en la cueva”, que llevasen un grupo electrógeno que diese luz y aligerase todo el rescate. Todo eran “pretensiones mías, todo era imposible”…
¿Cómo es posible pues que aún sigan todas estas personas ejerciendo sus cargos públicos u oficiales con total impunidad?
Adónde hay que ir, qué hay que hacer para conseguir que haya un mínimo de decencia y justicia de una vez por todas.
Las autopsias estaban imposibilitadas para determinar si hubiesen vivido o no, y esto lo sabe perfectamente cualquier médico de medicina legal, pues las variantes, las circunstancias añadidas, etc. Etc., son tantas y tales que sería imposible determinar nada.
Pero sí hacen un alegato los médicos forenses, contundente, acerca de que esas galerías no pueden permanecer de la forma en que estaban y están, para evitar estas muertes por supuesto violentas y nunca naturales.
Y, por supuesto que lo más que quisiera es que todo fuese tan claro y transparente para poner algo de paz a mi vida después de la tragedia.
Pero, lo que más debiera alertar, ante la posibilidad de que pueda volver a ocurrir y sobre todo de que ya había ocurrido y no se puso maldito remedio, y ocurrió al cabo de 6 años con otros incidentes intermedios, y que se haya dejado correr el tiempo a ver si se olvida nuevamente por las familias tan gravemente afectadas.
Pero miren, es la vida de nuestra hija y nuestros hijos, y yo hoy escribo por la pena que supone para estas fechas de regreso y espera, y por la apatía de estas tierras nuestras, que se acostumbran con mucha facilidad a mirar para otro lado, porque no quiere saber de las penas y dolor de otros y otras, y de solucionar lo malditamente ocurrido.
Hoy, no puedo dejar de pedir en voz bien alta, con muchísima pena a todas y todos, que muevan todo de nuevo, que se movilicen y pidan justicia, pidan responsabilidad a quienes las tuvieron. Que nos ayuden con su solidaria actitud.
Y, por supuesto quiero dejar bien claro que aunque hubiesen sido un grupo de jóvenes golfillos, un grupo de jóvenes aventureros, un grupo de jóvenes irresponsables, ella y ellos merecían el auxilio y la solidaridad que reclamaban, ayúdennos, les doy todos los datos para que lo hagan con total seguridad, rapidez, tranquilidad también para sus propias vidas, pero ayúdennos. Sus derechos como seres humanos, como ciudadanos de Canarias y españoles se vieron despreciados, aunque hayan salvado a once, y esto fue de puro milagro y lo saben. Salvados por la tenacidad del joven que llama y ve que los servicios de rescate pasadas dos horas no aparecen.
El total de las grabaciones deben salir a la luz pública para vergüenza y escarnio de muchos y muchas que aún siguen bien apoltronados y apoltronadas, ya en cargos políticos, públicos u organismos como el 112 y consorcio de bomberos. La profesionalidad de muchos y muchas bien apoltronados quedaría por los suelos, y así debe ser.
Existe una tremenda lacra social aparte de la corrupción económica y es la de la política y la justicia y no me puedo ni me debo callar nada ya, porque lo debo a la vida de mi hijo. En lo ocurrido a este grupo de jóvenes todo esto es tremendamente y lamentablemente manifiesto, sin embargo ¿quién mueve los hilos que nada avanza ni se aclara?
Miren cuando yo denuncio todo esto, la mayoría de la gente se siente incómoda, algunas personas hasta arremeten contra mí con gestos o palabras, diciéndome entre otras cosas que quién les mandó entrar en una propiedad privada, cruel pero cierto, me lo dicen. Pero ellos y ellas no se metieron en una propiedad privada pues en primer lugar no existía señalización alguna como debió ser; ésta era de tales características que debió estar cerrada y controlado su cierre, erraron por desgracia, y en el grupo perdieron la noción de la individualidad, porque no percibieron peligro alguno.
Aún las hay esas galerías mortíferas y no pocas porque este pueblo canario es así de desidioso, 6 vidas tuvieron que quedar en esa galería y la población canaria, las familias de los jóvenes excursionistas (y no me refiero a padres y madres pues por mis circunstancias sé lo que estamos pasando), amigas y amigos, compañeros y compañeras, no olviden lo sucedido y hagan lo indecible, ayúdennos a desenmascarar todo esto de una vez, escriban, demanden, pidan soliciten hagan presencia…
Ojalá que de una vez por todas haya una verdadera movilización para aclarar todo esto.
Sé que es muy difícil que la gente de Canarias se mueva, pero debe hacerlo. Realmente se me pasó, se me ha pasado por la cabeza muchísimas veces abandonar estas islas porque no las entiendo, no, la dejadez mostrada es terrible.
Como les decía a amigas y compañeras que me preguntan o piden explicaciones de por qué no voy a una comida o a una fiesta. Que no les pase nunca lo que nos ha ocurrido a estas familias. Que nunca lleguen a saber lo que es perder a unos hijos o hijas de esta manera, sin sus derechos al auxilio y a la vida. Tu ánimo, tu bienestar, tu ganas de alegría, de vivir como antes te han cambiado penosamente. Y, todo es un vivir sin vivir.
Quisiera que pudiesen pensar un poco en esto y empiecen a hacer algo por ellos y por ella, por las madres y los padres, por sus hermanas y hermanos. Al fin y al cabo, quizá lo estén haciendo por los suyos.
Si piensan que mejor se quedan tan tranquilos y tranquilas donde están, disculpen pero entiendan que ya no les podré tener en mi correo, y ahí concluiré, pero quizá alguna vez alguien les demanden no haber actuado. Tal vez sus conciencias.
Si por el contrario se movilizan sus corazones y conciencias y deciden actuar, en grupo e individual, pero haciéndolo saber a todas y todos. Reenvíen a todo aquel que conozcan, seguro que podrán llevarse sorpresas de cómo se movilizan y piden soluciones.
Soliciten investigación y responsabilización al gobierno de Canarias. Denuncien al 112, al Consorcio de Bomberos, a propietarios y propietarias de la galería.
Hagan y escriban manifestaciones orales, escritas públicas. No se escondan, actúen. El 10 y 11 de febrero desde las 16.40 hagamos vigilias en cualquier sitio que estemos. Pongamos velas y aunemos cuanta más gente, mas solidaridad.
Vayamos a las sesiones del parlamento Canario y demandemos que se clarifique y se inhabilite a los y las responsables, que atiendan las demandas de las familias, que sean de la sociedad en general.
Que llegue este correo a todos y todas sus contactos y así a su vez una y otra.
Háganme saber cualquier acción a mí y a todas y todos.
Un abrazo en cualquier caso, todo menos quedarse quietos y quietas.
María Magdalena Alemán Valls (madre de Ginés Ramírez Alemán) que estuvo obligado a dejar su vida en la Galería Piedra
Desde Lanzarote, Playa Honda.
