OPEN TENERIFE NATACION

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21 DE ABRIL

viernes, 12 de febrero de 2010

PIEDRA DE LOS COCHINOS-3er ANIVERSARIO DE LA TRAGEDIA

Este pretende ser un blog de alguna manera ameno y lejos de mostrar aspectos tragicos y negativos,pero en esta ocasion y por la amistad que me une a algunos familiares de las victimas,quiero recordar a esas personas en estas fechas y mandarles un fuerte abrazo.Aun siguen esperando que alguien les de una explicacion real de lo sucedido.
Despues de tres años una de las supervivientes da su version de lo sucedido en un periodico local aquel fatidico dia:

Piedra de los Cochinos en primera persona


Hoy se cumplen tres años de la confirmación de la muerte de seis excursionistas en una galería silense. Valeria Buenrostro, una de las supervivientes, recuerda aquella terrible experiencia y exige medidas.





RAÚL SÁNCHEZ, Los Silos



Hoy se cumplen tres años de la confirmación de la tragedia de la galería de Piedra de los Cochinos, en Los Silos, donde seis jóvenes excursionistas perdieron la vida. Su ruta comenzó el 10 de febrero de 2007, pero no fue hasta la madrugada del día 11 cuando se conoció la magnitud del suceso. Tres años después se han tomado medidas sobre el papel, pero muy pocas sobre el terreno. En enero de 2009 entró en vigor un decreto regional sobre la seguridad en estas instalaciones, recurrido por el Cabildo insular, y existe un censo actualizado de su situación en la Isla, pero en la práctica el descontrol sigue reinando por la falta de personal de vigilancia. Una vez cerrada la vía penal, sigue abierta una causa civil para tratar de dirimir responsabilidades. Las heridas que abrió aquella tragedia, aún siguen abiertas.



Valeria Buenrostro-Leiter tiene 32 años de edad, es doctora en Astrofísica y actualmente realiza un posdoctorado en México. También es una de las 23 supervivientes de la tragedia de Piedra de los Cochinos. A más de 8.000 kilómetros de distancia de Canarias, Buenrostro ha decidido relatar a EL DÍA cómo vivió aquella terrible experiencia. Su objetivo: que no se olvide y que se actúe.



Valeria subraya que "es la primera vez que uno de nosotros se atreve a hablar ante la prensa sobre lo sucedido. Después de tanto tiempo, es ahora cuando me siento con fuerza para hablar y compartir públicamente la experiencia de aquel terrible día".



La causa de la tragedia.- Ante la pregunta de por qué aquella excursión se convirtió en una tragedia, Valeria lo tiene claro: "Una excursión que debió haber sido muy sencilla se convirtió en una pesadilla y costó la vida a seis personas sólo porque no existía una simple señal de peligro en la entrada de una galería, siendo ésta obligatoria por ley". Respecto a la configuración del grupo, objeto de debate desde aquella fecha, añade que "éramos un grupo bastante grande, formado por 29 personas, de las cuales no todos nos conocíamos. El propósito de las personas que hacemos senderismo es disfrutar de la naturaleza y de la compañía de los amigos y de gente nueva. En esta excursión se encontraban miembros de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN), gente del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y amigos de unos y otros".



Barajaron ir a Masca.- "Varios compañeros del IAC solíamos hacer excursiones por la Isla de forma frecuente. Algunos pertenecían al grupo de ATAN y sabían de la existencia de esta excursión. Nosotros dudamos entre hacer esa excursión o bajar por el barranco de Masca y acampar, pero nos decidimos por la primera ya que se trataba de una ruta sencilla que no nos ocuparía más de un día y no obligaría a acampar. Creamos una página web entre nosotros donde nos apuntamos para tener un control de cuántas personas del IAC y amigos íbamos. También nos enviamos varios correos electrónicos especificando el material que debíamos llevar", señala.



Los planes rotos.- Valeria destaca que la idea era bajar hasta el barranco de los Cochinos y atravesar un túnel que comunica con el barranco de Cuevas Negras, "por lo que era necesario llevar dos pares de calzado, ya que el túnel contenía agua y habría que cambiarse el calzado al terminar de cruzarlo. Yo me sumé a esta excursión, pues acababa de vivir el fallecimiento de un ser muy querido y mis amigos del IAC pensaron que esto me animaría". Esta superviviente niega que existiera un guía responsable de la excursión, dato que también divide a los familiares de los fallecidos en el proceso judicial: "No había un guía oficial como tal. Era una caminata entre amigos en la que no se había contratado ningún guía. La ruta que pensábamos hacer era muy popular entre senderistas y sencilla. Los que nos iban indicando qué camino tomar eran senderistas con mucha experiencia que tomaron en cuenta información de otros senderistas que la habían realizado con anterioridad. Muchos nos han cuestionado por qué no iba alguien que ya había realizado la ruta. Tengo entendido que algunos de los participantes ya la habían hecho con anterioridad mucho tiempo atrás, aunque no puedo decir con certeza que así sea".



"No se suponía peligroso".- "De cualquier forma -añade Valeria-, muchos senderistas hacemos rutas tradicionales y sencillas sin haber estado antes en ellas porque son rutas en las que no debe existir peligro. Siempre se corre el riesgo de resbalarse o de que te caiga una roca encima, accidentes que suceden con o sin guía. Otros deportes como montañismo o espeleología requieren de alguien que conozca bien el territorio, pero para rutas como la que quisimos hacer bastaba con seguir el camino y por supuesto ir más de una persona por si alguien se resbalaba o se lastimaba. En ningún momento se suponía un camino peligroso".



El gran error.- Esta superviviente explica así por qué accedieron a la galería, un error que resultó fatal: "Hicimos una parada cerca de la entrada de la galería para comer mientras que algunos de nosotros buscaban el siguiente tramo del camino que era cruzar el túnel. Estas personas se encontraron con dos entradas distintas. Una era una entrada de difícil acceso, ya que el camino que se tenía que seguir para llegar a ella era sumamente estrecho y había que pasar debajo de una roca en un espacio muy reducido para llegar a ella. Además, la entrada contaba con una cancela abierta, y tenía uno que saltar y agacharse para poder entrar en ella. La otra entrada estaba al lado de donde descansamos, era una entrada amplia sin ninguna cancela o puerta y sin ninguna señalización. Esa entrada era sumamente sencilla, así que la razón les indicó que esa era la entrada que buscábamos".



¿Por qué siguieron adelante?.- Muchos se preguntaban hace tres años y todavía hoy por qué continuaron caminando tanto rato los excursionistas en el interior de la galería, por qué nadie se percató del peligro que corrían. Buenrostro lo explica así: "Continuamos caminando porque teníamos la certeza de estar en el túnel correcto. Todos los del grupo íbamos muy entretenidos hablando entre nosotros, riéndonos y tomándonos fotos, el ambiente era muy positivo y alegre y no sospechábamos nada. La temperatura era muy agradable, estábamos pasando un buen rato y en ningún momento nos percatamos del peligro".



Dentro de la galería.- Valeria Buenrostro ha pedido a  que contemos su experiencia en el interior de la galería y las horas posteriores respetando al máximo sus palabras. A continuación se transcribe, casi de forma literal, su testimonio: "A medida que seguimos y que no llegábamos a la salida, comenzamos a sentirnos muy extraños. Algunos empezaron a sentirse muy cansados, les costaba trabajo seguir y comentaban que tal vez era porque no habían desayunado. Un poco más adelante, después de pasar varias rocas en el camino y cruzar un gran charco que nos llevaba a un tramo mas bajo que el anterior todo fue muy caótico y confuso. Algunos intentaban sentarse pero no podían, era muy difícil mantener el equilibrio y las piernas nos fallaban. En ese momento estábamos completamente drogados por el dióxido de carbono que estábamos respirando pero no nos percatábamos de ello ya que es completamente inodoro. Varios sentían que todo era muy cómico y se reían. Y la oscuridad del túnel no ayudaba para evitar ese caos".



Llegar al otro lado.- Valeria señala que estaban convencidos de transitar por el túnel correcto: "Noté que había falta de oxígeno, pero no le di mayor importancia, había hecho alta montaña y estaba acostumbrada a ello, así que seguí adelante, pensando lo extraño que era que no se nos hubiera dicho que pasaríamos un tramo así. Escuché la voz de alguien dando ánimo al grupo para continuar porque ya faltaba poco para llegar a la salida y continué mientras varios se sentaban y otros dejaban la mochila y el segundo par de zapatillas en el camino para seguir, y yo no lograba entender por qué. Yo lograba continuar con mi mochila, me costaba mover las piernas pero en ningún momento sentí que no podía continuar. Pensé que una vez estando fuera podríamos recuperarnos de la falta de oxígeno y regresar por los que habían decidido sentarse y no seguir. A los 1.400 metros de profundidad alguien ordenó regresar, yo no entendía por qué si ya faltaba tan poco para llegar a la salida supuestamente y no quería recorrer todo el tramo de regreso, pero sentí cómo varias personas pasaban a mi lado al retroceder, y, como no quería quedarme sola, regresé tras ellos. Estaba tan drogada que no me había dado cuenta de que ya no tenía luz, las baterías de mi frontal se habían terminado y me tomó minutos entender que estaba caminando en la oscuridad total, guiándome por el canal de agua que tenía al lado y que era el que me indicaba la dirección".



Confusión absoluta.- La situación fue tan caótica y extraña que esta superviviente reconoce que no todos la habrán vivido igual: "Sé que la experiencia no fue la misma para todos pues algunos compañeros me comentaron después que ya no sabían si caminaban hacia delante o hacia atrás. Una compañera me comentó también que escuchó la orden de regresar pero que ella se sentía tan cómoda ahí que decidió quedarse sentada y dormir. En el camino me alcanzaron dos personas que llevaban luz y las dejé adelantarme para seguirles. Al llegar afuera esperaba encontrarme a la mayoría del grupo, pero para mi sorpresa éramos solamente nueve personas. Fue en ese momento cuando me percaté de la gravedad de la situación. Eran las 16:40 horas y el primero que había salido había llamado ya al 112, avisando de que habíamos entrado alrededor de 30 personas a lo que pensábamos era un túnel pero que resultó no tener salida, que no había oxígeno dentro y que la mayoría seguía ahí dentro y no podía salir".



Buenrostro intentó ayudar a los demás: "Muchos de mis amigos no habían salido, entre ellos Maurizio Paniello, mi mejor amigo y a quien consideré y consideraré siempre mi hermano. Y decidí entrar a buscarlos junto con otra compañera mientras los demás que habían salido se reponían. Llegué hasta la parte con rocas en el camino y no pude continuar, me di cuenta de que si seguía no iba a poder regresar, había pasado mucho tiempo dentro y mi cuerpo ya no podía más. Y lloré por dentro porque no podía llegar a mis amigos. Me quedé ahí sentada un largo rato en medio de esa oscuridad hasta que escuché voces: había tres personas saliendo con mucha dificultad y ayudé a la que estaba peor. Una vez afuera, no me moví de la entrada, esperando a que salieran más y llegara la ayuda".





Llega la ayuda.- "A las 18:30 horas llegaron dos primeros rescatadores, del GIE, que finalmente dieron con nosotros, y no pudieron entrar pues no traían oxígeno. A partir de ese momento llegaron unos seis bomberos con bombonas de oxígeno para diez minutos, a pesar de que la alerta que dimos al 112 había sido bien clara. Decidieron evacuarnos y no dejaron que me quedara. Nos llevaron por el camino que queríamos haber tomado desde un principio, a través del canal, mientras iban llegando más bomberos y pudimos cortar camino saliendo por Tierra del Trigo, donde nos esperaban unos vehículos que nos bajaron a Los Silos donde parecía que se celebraba una fiesta. La gente del pueblo nos aplaudió al salir y la televisión nos estaba esperando. Yo no sabía por qué aplaudían, varios de mis amigos seguían en la galería y no podía saber si habían logrado salir o no".



La espera.- Valeria vivió así las angustiosas horas entre los días 10 y 11 de febrero de 2007 en el Ayuntamiento de Los Silos: "Nos metieron en el consistorio, donde fueron llegando amigos y familiares. Allí nos dieron calcetas y comida y estuvimos toda la noche esperando noticias de los demás. Algunos habían sido rescatados por los bomberos y después de preguntarles si se sentían bien los llevaron con nosotros. Fue una noche terrible donde la espera se hizo interminable. Aún no tenía noticias de Maurizio y nos llegaron rumores de que algunos habían fallecido, pero las personas que nos mantenían al tanto de la situación nos decían que no era verdad e ingenuamente les creí".



Desde las cuatro de la madrugada no recibieron noticias: "Más adelante supimos que eso se debía a que los rescatadores se habían quedado sin oxígeno y no podían entrar más. Lo único que me mantenía con fuerza era estar con mi pareja y dar gracias a dios porque él no pudo ir a la excursión".



Las muertes.- "Finalmente, a las diez de la mañana del 11 de febrero entró alguien a darnos una noticia que yo no esperaba y que no podía creer. Leyeron los nombres de las seis personas que habían fallecido y el mundo se me cayó encima. No tengo palabras para describir ese momento. Vi a la madre de Maurizio que acababa de llegar y no sabía cómo mirarle a la cara, cómo decirle que yo había sobrevivido pero que su hijo no. Jamás he llorado y sentido tanta rabia y tanto dolor como en ese momento".



Más dudas.- Lo más grave de lo ocurrido aquella terrible noche es, a su juicio, que "cuando el servicio de rescate se quedó sin oxígeno por última vez, a las cuatro de la madrugada, se determinó sin la presencia de un médico qué personas habían quedado sin vida y no se las sacó de la galería hasta el mediodía. El último cadáver salió a las 14:25 horas del día 11. Esto es muy grave. La última persona que fue rescatada con vida fue tomada por muerta por un rescatador, mientras que otro se percató de que seguía viva y la sacó". En su opinión, "faltaron medios materiales que se tenían y que por alguna razón que no termino de entender no se enviaron, a pesar de que habíamos dado una descripción perfectamente detallada de la terrible situación en la galería desde la primera llamada al 112".



A Buenrostro le duele especialmente que la tragedia se produjera en la misma zona y por la misma razón que un incidente ocurrido en 2001, con tres excursionistas afectados, "sin que aquello sirviera para que nadie tomara medidas".

3 comentarios:

  1. " TE DORMISTE "

    Cerraste tus ojos,
    profundamente,
    apagándose la luz
    que iluminaba tu vida,
    descansando dulcemente
    en las profundidades de un adiós,
    llevándose tu alma,
    destruyendo la mía.

    Te acunaste
    en los confines del silencio,
    te arropaste
    con la oscuridad de la noche,
    te adentraste
    en una senda infinita
    ¡ para nunca despertar !

    Te marchaste
    con los susurros del destino´
    te dejaste envolver
    en un sueño eterno,
    te dormiste
    en los brazos de la muerte
    ¡ para nunca regresar !

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  2. Que tonteria ir en los montes, no respetar peligros, no saber nada de nada. Yo conozco el lugar, yo he guiado varios grupos por varias galerias y cañones sin jamas tener accidentes en 8 años. Me da miedo leer todo esto, como puede ser alguien tan ignorante y suicidarse.

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    Respuestas
    1. Pero qué listo eres, chaval... Con iluminados como tú, no me explico cómo puede haber actuaciones negligentes a diario.

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